domingo, 31 de octubre de 2010

.
.
.
.
.
Crepita al fuego la figura en cera
al deleite de mi sonrisa vaga,
abrazada por hoguera azufrera
que derrite la masa que naufraga.
Perdida va tu efigie en escombrera
de vacío; de ciega nada aciaga.
Veces, una y cien mil, defenestrada
por mi abuso, tú, infeliz, siempre ajada.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.